28 de diciembre de 2010

"Yo quiero tener un millón de amigos, ...


... y así más fuerte poder cantar". Esto es lo que nos decía a principios de los años 70 el mágico Roberto Carlos Braga en la letra de su popular y exitosa canción. Nada se podría imaginar el compositor brasileño oriundo de Cachoeiro de Itapemirim, que 40 años más tarde el sentido y el espirítu de esa letra, sería el colofón para que la localidad de White Plains viera nacer a Mr. Zuckerberg y que años mas tarde, su business plan contara con el millón de amigos tan ansiado y deseado por el setentero Roberto.

Coincidencia o destino, han hecho que Roberto Carlos y Mark Zuckerberg, estén unidos por el destino de la socialización de los recursos sociales, al menos como inteción. Estamos inmersos en un universo social de sensaciones que nos incitan a la relación ambigua y anónima, sin por ello generar seres intra-ulteriores u orcos de la manada. El Ser Social de la Red (SSR), es ante todo ser, es materia, es energía de relación del nuevo siglo del caos en el que tenemos encomendada la dificil misión de la supervivencia; el SSR es fantástico y nos proporciona la aceleración mágica del contacto rápido, directo y sin prejuicios.


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