
La sonrisa es la vitamina principal de los optimistas; es la que nos hace disfrutar del entorno en cualquiera de las situaciones que socialmente se nos presentan a lo largo de nuestra existencia. Por ello, debemos de trabajar en establecer una relación directa entre, la sonrisa como actitud y los retos como criterio objetivo para el avance y la mejora de nuestros procedimientos de gestión.